13 de mayo de 2012

Le di mi corazón a tu oído

En esas letras escritas
desde un corazón roto,
desde un sentimiento bañado en llanto,
desde un recuerdo de antaño,
estaba todo.

En un papel cargado de cosas no dichas,
de tanto sentimiento,
estaban esas palabras instaladas
como si fueran propias de tal hoja.

Propias y para no salir de allí.
Para jamás ser leídas,
para no ser escuchadas,
para no volver a sentirse.

Era así hasta que mi corazón
se cruzó con tu sentir.
Se les solicitó expresión,
y fueron pronunciadas.

Tu oído las escuchó.
Tu sentir las recibió.
Entendiste qué decían,
reconociste el idioma que expresaban.

Sin más,
le di mi corazón a tu oído.
Y él escuchó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bonito!