27 de agosto de 2009

Hasta que dejó de ser así


Porque entenderse nunca fue fácil.
Creíamos hablar el mismo idioma.
Creíamos decir las mismas palabras:
todas terminaban en un TE QUIERO.

Pero no era así,
el tiempo pasó y demostró
que el afecto sí existía,
pero no había más que eso.

Ya nada nos unía.
Cómo mantener el cariño.
No coincidíamos,
cada vez eran más los desencuentros,
nos alejábamos.

Tu ibas con tus metas y tras ellas,
yo hacía lo mismo con las mías.
Sentía que te quería,
sabía que no podíamos...

no podíamos estar más juntos de lo que estábamos,
no podíamos entendernos, no podríamos entendernos,
no había más pasos hacia adelante, excepto uno:

dejarnos ir,
abandonar la lucha,
entender que no podíamos seguir,
entender que ya no.

Te quería, te quiero.
Eso no se niega;
no lo negamos.
Pero falta más que eso,
falta tanto...
creía haberlo encontrado,
sé que no.

Mañana será todo más claro,
miraré para atrás y tu sonrisa estara,
y la mía también,
porque eso hiciste en mí,
porque me hacías feliz,
hasta que dejó de ser así...

Amiga, estas palabras son para tí,
para que tal vez te puedas sentir un poquito mejor.
Beso grande!

17 de agosto de 2009

Las lágrimas tampoco están


Pensar que ya no es lo mismo que antes
que el tiempo ha pasado,
que tus besos se han borrado de mis labios,
que tu huella se ha borrado de mi cama.

Pensar que ya no tengo tus palabras para aconsejarme,
no tengo tu voz para escuchar su susurro a media noche,
pensar que ya no estás,
pero te extraño menos...

Tal vez es hora de que no te extrañe,
pero algo de ti todavía queda dentro mío.
Sería tan fácil si hubieras desaparecido como si nada,
¿sería?

Pensar que, al menos, te extraño menos.
Pensar que, al menos, recordarte duele menos.
Pensar que ya no estás
pero las lágrimas tampoco están.

Tiempo atrás estuviste acá, dentro mío.
Tiempo atrás, eras mío.
Pensar en ese tiempo ya no duele dentro,
ya casi no estás dentro mio.


6 de agosto de 2009

Te fuiste


Y resulta que te fuiste,
sin despedirte,
sin más,
te fuiste.

No es que pensara que no lo ibas a hacer,
no es que alguna vez te lo cuestionara,
es que te fuiste
y no te despediste.

No sé si hubiera sido mejor,
si fue para mejor.
No sé si hubiera sido peor,
si fue para peor.

Hoy sé que no estás
que, probablemente, te voy a extrañar
aunque ya no estabas,
desde hacía tiempo ya.

Tu lo terminaste,
abandonaste el camino,
pudiste seguir ahí,
te dejaste vencer.

Hoy no me queda más que una despedida
sin adiós,
porque no vas a escuchar estas palabras,
por más que te pertenecen,
porque no van a ser tuyas
por más que lo sean,

porque ya no estás,
decidiste no estar,
y no te lo impedí,
no podía hacerlo.

Y simplemente te fuiste.

Adiós desde acá,
desde lo que dejaste,
desde este lugar donde,
aún de alguna forma,
vivís.

Una Despedida sin Adiós
Hasta algún día...