29 de diciembre de 2007

No me queda más que un adiós en silencio

Decir sí para no decir no,
no tiene sentido.
No decir sí,
tampoco.

Aprender a decir qué se siente,
qué se piensa,
qué se quiere,
eso sí lo tiene.
Vos no lo encontrás.

Quiero oir esas palabras.
Quiero oirte decir
sí, si es sí;
no, si es no.

Pero en vez... callás.
No hablás
y me dejás.

Me dejás sin entender,
sin saber,
sin poder hablarte.
Me callás, me evitás.

No quiero que así sea.
No quiero callar.
No quiero que calles.
Quiero HABLAR!

No me dejás.
Nunca lo hacés.
Evitás.
Siempre lo hacés.

No te puedo obligar,
no puedo decirte nada.
Te alejás,
nos dejás.

Me quedo sin poder hacer más,
de brazos atados,
con palabras no pronunciadas,
con palabras calladas.

No oís.
Te alejás.
No me dejás.
Nos dejas.

No hablás.
No te dejás sentir.
No me dejás escuchar.
Te alejás.

Oirte quiero.
Hablarte también.
No me dejás
Te alejás.

... y no me queda más que un adiós en silencio...

18 de diciembre de 2007

Palabras sin decir

Si te dijera tantas cosas...
si tantas palabras fueran pronunciadas...
si tantas otras salieran de mis labios...
aún me querrías?, aún allí estarías?

no serían palabras de adiós,
no te quieros,
ni no ses.

Serían te extraños,
te necesitos,
te quieros cerca mío.

Cómo responderías?
Qué me dirías?
te alejarías?

Por ese miedo,
por ese no saber,
por ese miedo a saber,
no te lo digo.

Y siguen siendo palabras
no dichas,
no pronunciadas,
lejos de tus oídos.

Palabras sí sentidas,
palabras desde un corazón mudo,
de un corazón que calla.

Tal vez tu corazón lo escuche igual,
eso espero.
Tal vez hayas aprendido a oirme.
No lo creo.

Sí hay palabras que se pronuncian,
actos que hablan.
Sólo tenés que aprender a oír,
a verlos.
Mientras...
hay palabras que seguirán sin pronunciarse.

El no saber si decir.
El no saber si nos escuchan.
El querer que nos escuchen.
El que aprendan a hacerlo.