Si te dijera que sí,
que acá estoy.
Si te dijera que sí,
que te escucho.
Si te dijera que sí,
que soy tu amiga.
¿Qué dirías?
¿Me hablarías?
¿Qué me dirías?
Volvería a decirte:
Estoy para escucharte,
cuando lo necesites,
y cuando no.
Estoy a tu lado,
aunque digas que no,
que no querés hablar.
Estoy y aunque lo niegues
vos también.
Vos también estás.
Me escuchás,
Me hablás,
sos mi hombro para llorar.
Somos amigos
y no lo voy a olvidar.
Estoy y te escucho,
estás y me escuchás.
Somos amigos
y lo seguiremos siendo
por la eternidad.
que acá estoy.
Si te dijera que sí,
que te escucho.
Si te dijera que sí,
que soy tu amiga.
¿Qué dirías?
¿Me hablarías?
¿Qué me dirías?
Volvería a decirte:
Estoy para escucharte,
cuando lo necesites,
y cuando no.
Estoy a tu lado,
aunque digas que no,
que no querés hablar.
Estoy y aunque lo niegues
vos también.
Vos también estás.
Me escuchás,
Me hablás,
sos mi hombro para llorar.
Somos amigos
y no lo voy a olvidar.
Estoy y te escucho,
estás y me escuchás.
Somos amigos
y lo seguiremos siendo
por la eternidad.
Unas letras por el bien de la amistad.
Esos amigos que no son muchos pero valen la pena.
Esos amigos en los que sabemos podemos confiar.
Esos amigos que están.
Esos amigos que nos hablan con la mirada y nos lo dicen todo.
Esos amigos que son amigos y de los que no hay que decir más.
A esos amigos que todos tenemos, van dedicadas estas palabras.
Esos amigos que no son muchos pero valen la pena.
Esos amigos en los que sabemos podemos confiar.
Esos amigos que están.
Esos amigos que nos hablan con la mirada y nos lo dicen todo.
Esos amigos que son amigos y de los que no hay que decir más.
A esos amigos que todos tenemos, van dedicadas estas palabras.