26 de septiembre de 2007

Somos Amigos

Si te dijera que sí,
que acá estoy.
Si te dijera que sí,
que te escucho.
Si te dijera que sí,
que soy tu amiga.

¿Qué dirías?
¿Me hablarías?
¿Qué me dirías?

Volvería a decirte:
Estoy para escucharte,
cuando lo necesites,
y cuando no.
Estoy a tu lado,
aunque digas que no,
que no querés hablar.
Estoy y aunque lo niegues
vos también.

Vos también estás.
Me escuchás,
Me hablás,
sos mi hombro para llorar.

Somos amigos
y no lo voy a olvidar.
Estoy y te escucho,
estás y me escuchás.
Somos amigos
y lo seguiremos siendo
por la eternidad.

Unas letras por el bien de la amistad.
Esos amigos que no son muchos pero valen la pena.
Esos amigos en los que sabemos podemos confiar.
Esos amigos que están.
Esos amigos que nos hablan con la mirada y nos lo dicen todo.
Esos amigos que son amigos y de los que no hay que decir más.
A esos amigos que todos tenemos, van dedicadas estas palabras.

22 de septiembre de 2007

Decis Adiós

Hola
¡Tanto tiempo!
¿Estás bien?
Sí, ¿vos?
Como siempre: ahí.
Te extraño
¿En serio?
Sí.
Yo no puedo. No me dejo.
Ta bien.
No.
Sí.
No, no me olvido de vos. No te sacó de acá dentro.
Yo tampoco.
Pero tiene que ser así, ¿no?

Y... sí. Tiene que ser así.
Así lo decidimos, ¿no?

Sí. No intentes negarlo.
¿Tengo que aceptarlo?
Vos sabés que sí.
No.
Sí, no lo hagas más difícil.
No quiero.
Yo tampoco.
Tenés qué.
No quiero.
Es así. Lo quisiste así.

Lo quisimos así.
Se... No me hagas arrepentirme.
¿y qué hago?
Decis adiós.
¿Así nomás?
Sí.
¿Y no te veo más?
No.
¿Y ya está?
Sí.
¿Y si te extraño?
Ya no me vas a extrañar.
Sé que sí.
Sé que no.
Porque ya no sabrás de mí.
¿No?
No. Ya no seré para tí.
Pero no te olvidaré.

¡Intentálo!
No quiero.
Tenés qué.
¿Y si no?
Yo lo haré...
¿En serio?
Si puedo...
¿Por qué tengo qué?
Por que es lo mejor.
No me parece.
Sabés que sí
Sí, pero...

Sólo ADIÓS.
¿Un hasta luego?
No.
Pero me cuesta.
Entendé que tiene que ser así.
Quiero que sepas que no quiero, que no te olvidaré, que seguirás siendo para mí y que nunca te dejaré de extrañar.
Lo sé. Yo tampoco... Pero tiene que ser así. No lo compliques.
Puede que tengas razón. Duele decirlo.
Lo sé.
ADIÓS
Adiós.

Él se dio vuelta y caminó en una dirección. Ella hizo lo msimo y caminó en dirección opuesta.
Nunca más se vieron. Siguieron con sus vidas. Los recuerdos de ese día nunca fueron olvidados. Nunca fueron parte de sus pasados.
Siempre se extrañaron y siguieron siendo uno para el otro... pero separados.

18 de septiembre de 2007

UN AMANECER DE LUNES

Un motor que ruge en algún lado.
Yo que me desplazo involuntariamente; no controlo a dónde voy ni cómo. Sólo conozco el destino, eso sí lo determino.
Voces de todo tipo me rodean. Conversaciones, ¿cómo estás?, ¿qué es de tu vida?, hoy tengo que ir a tal lado, nos tenemos que ver y alguna otra cosa.
Todo se escucha casi confuso, apenas se entiende.
Algún que otro canto de pájaro a lo lejos. Y, cada tanto, un brillo de sol que me encandila, tampoco controlo cuándo ni cómo.
Yo sigo sentada. Nada de eso me afecta. Estoy acostumbrada.
Cada tanto la persona que va a mi lado se va y otra viene. Cada tanto miro por una ventana. La ciudad está ahí. Amaneciendo.
Poca gente en las calles, caminando con o sin maletín directo al trabajo.
Algunos más jóvenes con sus jeans o sus uniformes también por allí caminan.
Yo sigo sentada. Por la ventana veo una plaza. Las palomas muy estacionadas. Sin preocupaciones; a no ser por un paso que se acerca, que las asusta, que las ahuyenta.
Es una mañana como tantas otras. Una mañana de lunes como tantas otras en las que reiniciar la actividad cuesta, en las que sólo se ansía que sea fin de semana de vuelta.
Yo sigo allí sentada. Esta vez por la ventana veo una esquina familiar. Veo un comercio conocido. Estoy llegando a destino.
Me paro. Pido permiso. Camino unos pasos. Toco timbre.
El ómnibus se detiene. Abre sus puertas. Bajo las escaleras.


L.M.-23/4/07


Esto es algo que escribí hace un tiempo y publiqué en mi flog. Hoy me estuve acordando de alguna de esas viejas entradas y decidí subir una aquí.
Espero les guste :D

10 de septiembre de 2007

Tiempo pasó

Te dije adiós,
tan solo palabras.
Te lo dije y me costó,
me despedí.

Tiempo pasó.
Las palabras no fueron olvidadas,
jamás fueron sentidas,
y siempre recordadas.

Tiempo pasó
y estoy en el mismo lugar,
Tiempo pasó
y nada terminó.

Voces me retumban dentro,
voces de una despedida.
Voces de un final,
de un "todo termina".

Ese día me despedí
(o intenté hacerlo).
Desde ese día todo terminó
(o intenté que así fuera).

Hoy el pasado quedó allá,
en esas voces, en esas palabras.
Hoy te recuerdo y no olvido,
esas voces, esas palabras.

Tiempo pasó
y todo sigue igual:
sigo recordando esas palabras,
sigo intentando sentirlas.

5 de septiembre de 2007

Recuerdo de vos y yo

Una gota que cae de mis ojos y moja mi almohada. Un par de piernas, mis piernas, que sufren por la inmovilidad de hace horas. Tal vez también duelen de frío. No lo sé. La colcha está por debajo de mi cuerpo, no me abriga. El techo está ahí, arriba, tan distante. Cada tanto parece acercarse, cuestionarme, juzgarme. Evito mirarlo y cierro los ojos. Otra gota cae. La almohada ya está bastante mojada. Mirar al otro lado nada hace.
Hay una pared. Mis ojos se centran en un punto que parece ser la nada, parecen mirar perdidos hacia el infinito. Infinito que termina a los 20 centímetros de distancia, que terminan en esa pared blanca, sin color alguno, sin gracia. Esa pared que parece devolverles la misma tristeza que ellos buscan, que ellos tienen. Miran ese infinito en esa pared y en ese blanco puro se representa una imagen de tiempos anteriores, un recuerdo de vos y yo.